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El Proyecto Manhattan
Foto: El Heraldo de Tabasco
El Heraldo de Tabasco
6 de agosto de 2009

Ernesto Hernandez

Villahermosa, Tabasco.- El proyecto Manhattan estaba integrado por científicos de diferentes nacionalidades, destacando entre ellos, el físico Italiano Enrico Fermi y Leo Szilard, físico judío húngaro. Es curioso y contrastante que Fermi, siendo un reconocido científico italiano, cuyo país integrara el eje Berlín, Roma, Tokio, enemigos de los aliados, terminara integrando el grupo de científicos que construyeron la bomba atómica con la cual prácticamente terminó la segunda guerra mundial.

Para comprender las razones de Fermi, Szilar y del mismo Einstein, hay que recordar que tanto el fascismo italiano como el nazismo alemán alentaron la discriminación, el racismo y el odio hacia el pueblo judío. Laura la esposa de Enrico Fermi era judía, de tal manera que después de recibir el Premio Nobel de Física en 1938, Fermi viaja a Estados Unidos para proteger a su familia y trabajar en el proyecto Manhattan.

Fermi condujo la construcción de la primera pila nuclear logrando, en diciembre de 1942, la primera reacción en cadena controlada de fisión nuclear, en la Universidad de Chicago. Durante el resto de la Segunda Guerra Mundial participó en el desarrollo de la bomba atómica en los laboratorios de Los Álamos, Nuevo México, dentro del Proyecto Manhattan. Con posterioridad se opuso al desarrollo de la bomba de hidrógeno por razones éticas.

Szilárd huyó a Londres en 1933 para evitar la persecución nazi. En Londres, leyó un artículo escrito por Rutherford en The Times, después de lo cual concibió la idea de una reacción nuclear en cadena. Primero intentó crear esta reacción en cadena mediante berilio e indio, pero no consiguió la reacción que esperaba.

Superviviente del "naufragio" de Hungría después de la Primera Guerra Mundial, habiendo sufrido todo tipo de opresiones, Szilárd sentía pasión por la preservación de vida humana y la libertad, sobre todo la de comunicar ideas. Esperaba que el gobierno estadounidense, que antes de la guerra se oponía al bombardeo de civiles, no usara la bomba, si bien el único objetivo posible de un arma de esta magnitud es precisamente matar civiles. Esperaba que la mera amenaza de la bomba forzaría a Alemania o Japón a rendirse. Más que amenazar al Eje con la bomba, Harry Truman decidió simplemente usarla, a pesar de las protestas de Szilárd y muchos otros científicos del proyecto, causando la muerte de aproximadamente 300.000 civiles japoneses y destruyendo totalmente Hiroshima y parcialmente Nagasaki.

En la década de los treinta se descubrieron el electrón positivo, el neutrón, la radiactividad artificial y la fisión nuclear, de tal forma que en 1939 había tres centros de investigación encaminados al desarrollo de armas nucleares, estos estaban en Francia, Inglaterra y Alemania. Por este motivo los científicos que integraban el proyecto Manhattan temían que Alemania consiguiera construir primero un arma nuclear dado que contaba con la materia prima indispensable, las minas de Uranio de Checoslovaquia. El proyecto Manhattan necesitaba de fondos extraordinarios para llegar al objetivo en el menor tiempo posible, por eso Leo Szilard escribió la carta dirigida al presidente Rooselvet, y solicitó al científico más respetado, conocido y famoso del momento, Albert Einstein, para que la firmara y enviara.

La estrategia surtió efecto y el proyecto Manhattan consiguió su objetivo de producir la primera bomba atómica en un tiempo de 2 años 3 meses y 16 días, detonando la primera prueba nuclear del mundo (Prueba Trinity) el 16 de julio de 1945 cerca de Alamogordo, Nuevo México. La continuación del proyecto condujo a la producción de dos bombas A conocidas como Little Boy y Fat Man con pocos días de intervalo, las cuales detonaron en Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y en Nagasaki el 9 de agosto del mismo año.

La carta dirigida al presidente Rooselvet es la siguiente. Señor: Algunos recientes trabajos de Enrico Fermi y L. Szilard, los cuales me han sido comunicados en manuscritos, me llevan a esperar, que en el futuro inmediato, el elemento uranio puede ser convertido en una nueva e importante fuente de energía. Algunos aspectos de la situación que se ha producido parece requerir mucha atención, y si fuera necesario, inmediata acción de parte de la Administración. Por ello creo que es mi deber llevar a su atención los siguientes hechos y recomendaciones:

En el curso de los últimos cuatro meses se ha hecho probable -a través del trabajo de Loiot en Francia así como de Fermi y Szilard en los Estados Unidos- el inicio de una reacción nuclear en cadena en una gran masa de uranio, por medio de la cual se generaría enormes cantidades de potencia y grandes cantidades de nuevos elementos parecidos al uranio. Ahora parece casi seguro que esto podría ser logrado en el futuro inmediato.

Este nuevo fenómeno podría ser llevado a la construcción de bombas, y es concebible -pienso que inevitable- que puedan ser construidas bombas de un nuevo tipo extremadamente poderosas. Una sola bomba de ese tipo, llevada por un barco y explotada en un puerto, podría muy bien destruir el puerto por completo, así como el territorio que lo rodea. Sin embargo tales bombas podrían ser demasiado pesadas para ser transportadas por aire.

Los Estados Unidos tiene muy pocas minas con vetas de uranio de poco valor, en cantidades moderadas. Hay muy buenas vetas en Canadá y Checoslovaquia, mientras que la fuente más importante de uranio está en el Congo Belga.

En vista de esta situación usted podría considerar que es deseable tener algún tipo de contacto permanente entre la Administración y el grupo de físicos que están trabajando en reacciones en cadena en los Estados Unidos. Una forma posible de lograrlo podría ser comprometer en esta función a una persona de su entera confianza quien tal vez podría servir de manera extraoficial. Sus funciones serían las siguientes:

a) Estar en contacto con el Departamento de Gobierno, manteniéndolos informados de los próximos desarrollos, y hacer recomendaciones para las acciones de Gobierno, poniendo particular atención en los problemas de asegurar el suministro de mineral de uranio para los Estados Unidos.

b) Acelerar el trabajo experimental, que en estos momentos se efectúa con presupuestos limitados de los laboratorios de las universidades, con el suministro de fondos. Si esos fondos fueran necesarios con contactos con personas privadas que estuvieran dispuestas a hacer contribuciones para esta causa, y tal vez obteniendo cooperación de laboratorios industriales que tuvieran el equipo necesario.

Tengo entendido que Alemania actualmente ha detenido la venta de uranio de las minas de Checoslovaquia, las cuales han sido tomadas. Puede pensarse que Alemania ha hecho muchas acciones, porque el hijo del Sub-Secretario de Estado Alemán, von Weizacker, está asignado al Instituto Kaiser Guillermo de Berlín donde algunos de los trabajos americanos están siendo duplicados.

Su Seguro Servidor, Albert Einstein.
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